El gobierno decidió ayudar a la candidatura de Michelle Bachelet, con un tema que sabe que divide a la Alianza: el sistema binominal.
Primero, se debe aclarar que el sistema binominal debe ser cambiado lo antes posible. Es un sistema injusto, que excluye a sectores importantes de la población.
Segundo, se debe aclarar que con otro sistema, el panorama en el Congreso no cambiaría mucho, como algunos creen.
El sistema binominal favorece principalmente a la derecha, pero también a la Concertación. Es por esto que hasta ahora no ha sido modificado. Pero ante las complicaciones de la candidatura de Bachelet, el gobierno decidió ayudarla. Así, por lo menos si se cambia el sistema electoral, algo bueno puede salir de las elecciones, más allá de quién gane.
La estrategia del gobierno tiene tres objetivos:
1. Dividir a la Alianza, ya que la UDI se opone terminantemente a cambiar el sistema, y RN está abierta a modificarlo.
2. Presentar a la Alianza como los defensores de un sistema injusto.
3. Cumplir con la exigencia del partido Comunista, y así asegurar esos votos para Bachelet.
¿Funcionará?
Creo que sólo de forma reducida. La Alianza discutirá el tema, pero no provocará un quiebre. Tampoco se conseguirá perjudicar a la derecha ante la opinión pública, porque el sistema binominal es un problema muy menor, y desconocido, para la gran mayoría de las personas. Y finalmente, probablemente consiga darle a Bachelet los votos más informados del partido Comunista, pero de todas formas no servirá para traspasar la totalidad de esa votación.